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La despedida...

Su ausencia duele, pero el recuerdo siempre nos hará sonreir.

Decir adiós

Cuando llega el momento

 Afortunadamente la especialización de los servicios veterinarios, la evolución de los fármacos, la mejora en la alimentación y los cuidados aumentan la esperanza de vida. Tememos pacientes que superan los 20 años con calidad de vida.

Algunas enfermedades son muy graves, no tienen solución y provocan dolor y sufrimiento a nuestros gatos. En otras ocasiones, se llega a ese punto después de una larga lucha de tratamientos hasta que el cuerpo de nuestro pequeño no resiste más y superado nos pide descanso.

Ojalá en esos momentos se diese una muerte natural que nos evitase tomar una de las decisiones más complejas de nuestra vida con ellos.

Pero cuando esto no se da, las alternativas razonables se agotan y el gato está muy enfermo, nosotros como veterinarios, de forma responsable, con el máximo respeto y siempre pensando en el bienestar del animal os proponemos permitir a vuestro pequeño compañero de vida morir en paz y con dignidad. 

El procedimiento

Sin dolor, sin miedo, sin sufrir.

El procedimiento mediante el cual a un gato se le practica la eutanasia es completamente indoloro y siempre se le sedará previamente para que todo el proceso sea tranquilo y sin miedo. 

Después se le administra una dosis alta de un agente anestésico intravenoso, que hace efecto a los pocos segundos

En algunas ocasiones, tras la inyección, el gato respira profundamente, o tiene una respiración entrecortada, y ocasionalmente tras haber muerto puede tener espasmos o temblores musculares involuntarios durante unos segundos. Esto es una reacción normal del organismo, y no debe ser confundido con que el gato continúa con vida. Cuando se practica de este modo la eutanasia es un procedimiento rápido, controlado, sin estrés e indoloro.

Acompañarle hasta el final

Una decisión personal

La familia del gato es la que decide si estar junto a su gato mientras se le practica la eutanasia, o dejar a su gato con nosotros

Cada persona lo vive de una manera. Hay quien prefiere acompañarle hasta el final y quien es muy sensible y le parece una situación demasiado dura o difícil de soportar. Por esa razón ofrecemos la posibilidad de permanecer junto a su gato hasta que se queda dormido tras una ligera sedación, sin necesidad de tener que presenciar todo el procedimiento.

Si la familia se queda, es importante para el gato el intentar estar tranquilos, para evitar transmitirle angustia y estrés.

El después

Conoce las distintas opciones que tienes después de la despedida.

Incineración colectiva

Consiste en incinerar más de un animal de compañía a la vez, con lo que no se entregan las cenizas al propietario, aunque si os hacemos llegar un certificado de Incineración.

Incineración individual

Se realiza una incineración del animal, la familia puede o no asistir a este acto, y se le entrega las cenizas en una urna con su nombre. 

Entierro

Se entierra al gato en el cementerio de animales El Último Parque.
En su página encontraréis las opciones y servicios que ponen a vuestra disposición.

La pérdida

Sobreponerse lleva un tiempo

Nuestra opinión

Es completamente natural sentirse triste y emocionado cuando su gato muere. No hay que temer mostrar los sentimientos. 

Sobreponerse a la pérdida lleva un tiempo, y es posible que pase por una mezcla de emociones: tristeza, soledad e incluso ira. 

Todo esto es normal y forma parte del proceso de duelo. No debería sentirse culpable o pensar que es responsable de la muerte de su gato, ya que la decisión de practicar la eutanasia solo se toma como último recurso, y como un acto de compasión para evitar un sufrimiento innecesario.

Conserve los recuerdos que tiene de su gato, de todos los buenos momentos pasados en su compañía y de lo que más le gustaba de él.

Los niños

Suelen tener dificultad para asumir la muerte de su gato. Es posible que sea la primera experiencia que tengan con la muerte, y es importante ser sincero con ellos. 

Dígales la verdad, anímeles a hablar de sus sentimientos y comparta sus sentimientos con ellos. Hábleles abiertamente sobre su gato e intente recordar los buenos momentos pasados. 

Creemos que es bueno permitir que los niños participen en todo el proceso y pueden querer escribir un mensaje dirigido al gato para guardarlo en un álbum junto con sus fotos. 

Traer un nuevo gato a la familia puede ser una buena idea en el momento adecuado, pero es mejor no hacerlo demasiado pronto, ya que sus hijos necesitarán un tiempo para superarlo.

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