Tigre es una gatita de 16 años sin ningún síntoma de enfermedad que acude a vacunar a nuestro centro y aprovechamos para hacerle una revisión.
El análisis de sangre es perfecto, pero en la ecografía encontramos una masa quística que abarca prácticamente todo el hígado e inflamación intestinal. Planteamos un diagnóstico de la masa del hígado mediante citología por punción con aguja fina, pero al no poder descartar su origen maligno con total seguridad, se deciden coger muestras para biopsia.
Debido a su edad, nos preocupa someterla a una anestesia muy larga y a una cirugía muy agresiva, por lo que se decide coger la muestra de hígado mediante Cirugía de Mínima Invasión (laparoscopia) y las muestras intestinales mediante endoscopia. Tigre se recupera genial de la anestesia, y al día siguiente ya está haciendo vida normal.
Hace unos días que ha llegado el resultado de la biopsia hepática, y estamos muy contentos porque el tumor de Tigre es benigno.
Las biopsias intestinales revelan que hay una inflamación intestinal crónica que necesita tratamiento con antiinflamatorios, pero el pronóstico es muy bueno, sobre todo al ser tan precoces en el diagnóstico, ya que muchos gatos con inflamación intestinal no tratada pueden acabar desarrollando un linfoma intestinal.
