El procedimiento mediante el cual a un gato se le practica la eutanasia es completamente indoloro y siempre se sedará previamente para que todo el proceso sea tranquilo y sin miedo. Consiste en administrar una dosis alta de un agente anestésico intravenoso, que hace efecto a los pocos segundos. En algunas ocasiones, tras la inyección, el gato respira profundamente, o tiene una respiración entrecortada, y ocasionalmente tras haber muerto puede tener espasmos o temblores musculares involuntarios durante unos segundos. Esto es una reacción normal del organismo, y no debe ser confundido con que el gato continúa con vida. Cuando se practica de este modo la eutanasia es un procedimiento rápido, controlado, sin estrés e indoloro.
Los propietarios son los que deciden si quieren estar junto a su gato mientras se le practica la eutanasia, o dejan a su gato con nosotros. Una posibilidad es permanecer junto a su gato hasta que se queda dormido tras una ligera sedación, sin necesidad de tener que presenciar todo el procedimiento.
- ncineración colectiva
- Incineración individual y entrega posterior de las cenizas en una urna con su nombre.
- Entierro en un cementerio de animales (www.elultimoparque.com)