Los gatos pueden sufrir efectos secundarios graves e incluso pueden morir si toman ciertos antinflamatorios que es habitual tener en casa como son la aspirina, el ibuprofeno o el paracetamol, debido a que su hígado no es capaz de metabolizarlos adecuadamente.
Los efectos comienzan a aparecer alrededor de las 24 horas tras la ingestión de estos antinflamatorios, no aprobados para su uso en gatos, y el pronóstico es más grave cuanto mayor sea la dosis ingerida y más tiempo haya transcurrido desde la ingesta.
Los efectos secundarios más frecuentes en la intoxicación por aspirina son:
Vómito ( en ocasiones con sangre)
Úlceras en el tracto gastrointestinal (estómago, intestino)
Diarrea o heces de color negro
Dolor abdominal (notarás que tu gato no se mueve, está apático y no quiere comer)
Anemia severa (mucosas muy pálidas)
Toxicidad hepática
Insuficiencia renal aguda grave
