La principal razón para vacunar a tu gato aunque no salga de casa es que nosotros sí lo hacemos, al igual que nuestros amigos, familiares, vecinos, el fontanero, el electricista, otros animales en el caso de que tengamos perro… y la forma más fácil de transmisión de los virus que pueden afectar a los gatos son nuestras manos, la ropa, los zapatos... Por ejemplo, durante un paseo podemos pisar heces de perros o gatos enfermos.
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El contacto con gatos callejeros es una de las principales causas de contagio de nuestros gatos de casa. |

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Descarga oculonasal en un gato con Herpesvirus |
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Úlceras linguales en un gato con Calicivirus |
No debemos olvidar el virus de PIF (peritonitis infecciosa felina) que puede contagiarse a través de las heces de otros gatos provocando cuadros muy graves e irreversibles, y desgraciadamente es una enfermedad frente a la cual de momento no hay ningún tratamiento eficaz.La vacuna para PIF se administra de forma intranasal (dejando caer la vacuna en forma de gotas en cada orificio nasal).
Existen otras muchas enfermedades infecciosas que pueden afectar a nuestros gatos frente a las que desgraciadamente no podemos vacunarle, como el virus de la inmunodeficiencia felina, la toxoplasmosis… por lo tanto, protege a tu gato frente a las enfermedades que sí tienen vacuna (Leucemia, Calicivirus, Herpesvirus, Panleucopenia y PIF) y de este modo harás que tu gato viva sano y feliz durante mucho más tiempo.