Está muy extendida la creencia de que el vómito de bolas de pelo es algo normal en todos los gatos. Pero no es así y en muchos casos es el primer signo de una enfermedad grave.
Según un reciente estudio (Hair Balls in Cats: A normal nuisance or a sign that something is wrong? Journal Felina Medicine and Surgery), hasta un 75% de los gatos de pelo corto y un 25% de los gatos de pelo largo nunca vomitan bolas de pelo (tricobezoares). Los gatos que si los vomitan, generalmente lo hacen una sola vez al año y tan sólo un pequeño porcentaje de gatos vomitan más de una vez al año.
¿Cuáles son las causas?
El pelo es ingerido de forma natural por los gatos durante su aseo y éste avanza por todo el tubo digestivo junto con el alimento. Cuando en época de muda el pelo que ingieren es más abundante, en sólo algunos gatos éste se acumula en el estómago formando un tricobezoar que deben vomitar. Por tanto, un problema dermatológico que origine pérdida intensa de pelo, puede provocar que un gato que no vomitaba bolas de pelo, comience a hacerlo.
No obstabte, la causa más frecuente es la presencia de un problema digestivo, generalmente enfermedad inflamatoria intestinal o linfoma de bajo grado. Estas patologías originan una inflamación del aparato digestivo que altera los movimientos estomacales y por tanto favorece que el pelo se agrupe formando un tricobezoar.
Entonces, ¿cómo saber si es un signo de enfermedad o no?
En primer lugar se debe conocer la frecuencia con la que nuestro gato vomita tricobezoares.
Si por ejemplo, nunca vomita y comienza a hacerlo, es una señal de alarma. Si en cambio desde la edad de un año vomita una vez al año y se mantiene así podemos estar tranquilos. Sin embargo, si su frecuencia aumenta, debe acudir a consulta.
Os ponemos como ejemplo a un gato de tan sólo 6 años, que acudió a consulta porque pasó de vomitar una vez cada 15 días (era su frecuencia normal en verano desde que tenía un año) a vomitar 3 veces en semana.
Su exploración dermatológica era normal por lo que iniciamos el diagnóstico de una enfermedad digestiva. Durante la ecografía abdominal detectamos que padecía enfermedad inflamatoria itestinal o linfoma de bajo grado. El siguiente paso para diagnosticarle era la toma de biopsias intestinales y afortunadamente en lugar tomarlas por cirugía abdominal, las tomamos mediante endoscopia, un procedimiento de mínima invasión que permite que en unas horas nuestro paciente esté en casa sin ninguna molestia. Esto es posible porque en Gattos Centro Clínico Felino disponemos de un endoscopio felino que gracias a su diseño y tamaño nos permite acceder a estómago, duodeno, yeyuno e íleon, procedimiento imposible con otros endoscopios debido a su tamaño.
Durante la endoscopia tuvimos que extraer uno de estos tricobezoares para poder acceder a intestino.
El diagnóstico final de nuestro paciente fue de enfermedad inflamatoria intestinal crónica, una enfermedad provocada por el sistema inmune, similar a la enfermedad de Crohn en humanos. Ahora está perfecto, con su tratamiento, y ya no vomita bolas de pelo.
Muchos gatos tienen problemas graves digestivos, pero al vomitar bolas de pelo, no se considera como un problema. NO dejes que ésto le suceda a tu gato!