¿Alguna vez has mirado como es la boca de tu gato? Si levantas los labios de un gato y miras como están dispuestos sus dientes, la alineación correcta debería ser esta: 

Como veis, los dientes superiores se colocan ligeramente por delante de los inferiores y los colmillos superiores a ambos lados de los inferiores. Cuando ésto no sucede, se llama maloclusión. La maloclusión en gatos ocurre cuando la parte superior de la boca (maxila) y la parte inferior (mandíbula) no están alineadas correctamente o bien cuando alguno de los dientes crece en una dirección distinta a la que debiera; hacia los lados, hacia dentro o hacia fuera de la boca.

Dependiendo del tipo, severidad y del tiempo hasta su diagnóstico, una mala colocación de los dientes puede producir dolor al cerrar la boca, problemas para comer, úlceras bucales, enfermedad periodontal y en los casos más graves infecciones a nivel óseo. En todos estos casos, es necesario un tratamiento adecuado.

Os contamos a continuación el caso de Valentín, un gato de 2 años que vino a Gattos porque su dueña había notado que sus dientes no estaban colocados de forma normal.

En consulta observamos que su maxila y su mandíbula no estaban alineadas de forma simétrica, o sea, tenía maloclusión,  y que además uno de los colmillos superiores estaba desviado hacia dentro de la boca lo que había provocado una úlcera en la encía de uno de sus dientes inferiores.

Valentín aparentemente no presentaba grandes molestias, pero ya sabemos que el gato es un experto ocultando el dolor y si no le tratábamos, la herida acabaría siendo cada vez mayor, tendrías infecciones frecuentes y sufriría dolor crónico.

Valentín requería que su colmillo fuese un poco más corto y menos puntiagudo. Para ello decidimos realizar un procedimiento por el cual se lima el extremo del colmillo, siempre bajo anestesia general, y con un equipamiento diseñado para este fin. En casos en los que se necesita limar gran parte del diente, si se llega a exponer la pulpa (centro del diente que contiene el nervio y vasos sanguíneos) además se debe realizar una endodoncia.

Tras el limado del colmillo desviado de Valentín hasta que éste no ocasionara daños, hicimos una radiografía dental lo que nos permitió ver que no era necesario hacer además una endodoncia, ya que el canal pulpar (la línea más oscura dentro del diente) no quedaba expuesta.

Así que ¡Listo para irse a casa! Ahora luce sonrisa nueva y el resto de su boca no sufrirá las consecuencias de su colmillo rebelde.