ENFERMEDAD RENAL EN EL GATO

ENFERMEDAD RENAL EN EL GATO

 

La enfermedad renal es una de las patologías más frecuentes en el gato geriátrico, aunque ésta puede comenzar cuando el gato es adulto. Los gatos, por su naturaleza, tienden a ocultar cualquier signo de enfermedad y dado que los síntomas pueden ser muy leves al inicio, la mayoría no manifiestan ningún síntoma hasta que se encuentra en una fase más avanzada de la enfermedad renal y por tanto más grave.

 

¿Qué es la enfermedad renal?

Se produce cuando uno de los riñones o los dos, comienza a no funcionar correctamente, acumulando una serie de productos de desecho en sangre que actúan como toxinas. Si solo está afectado un riñón y el otro está sano, este último intentará compensarlo, con lo cual el gato no presentará síntomas inicialmente.

El riñón también es un regulador de la presión arterial, por lo que muchos gatos con enfermedad renal pueden presentar hipertensión.

La enfermedad renal que va progresando lentamente, se llama enfermedad renal crónica. Los síntomas pueden tardar en aparecer, la mayoría de las veces pueden tardar años, aun cuando los dos riñones estén enfermos.

En ocasiones, la enfermedad renal tiene una presentación aguda, ya que la alteración en la función del riñón se produce muy rápido. En este caso, los síntomas aparecen de forma repentina, en cuestión de varios días.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

Suelen ser inespecíficos, sobre todo en la enfermedad renal crónica. Los más comunes son:

-Adelgazamiento progresivo

-Pérdida de apetito

-Aumento en el consumo de agua

-Aumento en la producción de orina

-Decaimiento o debilidad.

Si se produce hipertensión arterial, a veces pueden tener:

-Dilatación de las pupilas y pérdida de visión.

En la presentación aguda, normalmente el gato suele presentar, de forma súbita, anorexia, decaimiento, vómitos, aumento en el consumo de agua y producción de orina, aunque en los casos más graves puede estar disminuida o incluso no hacer pis.

 

¿Cuáles son las causas?

Pueden ser congénitas (presentes al nacer) o adquiridas (aparecen cuando el animal es adulto).

La causa congénita mas frecuente es el riñón poliquístico, sobre todo en persas y cruces de esta raza.

Sin embargo en el gato geriátrico, son más probables las adquiridas. Las más frecuentes son:

-Infecciones bacterianas

-Obstrucción de los uréteres

-Nefritis intersticial crónica

-Neoplasias (tumores).

Otras posibles causas que se pueden presentar son tóxicos (lirios, medicaciones, anticongelante), infecciones víricas, problemas inmunomediados y traumatismos.

 

¿Cómo se diagnostica?

En primer lugar, la enfermedad renal por si sola no es un diagnóstico, siempre se debe intentar encontrar la causa ya que así se instaurará el tratamiento mas adecuado, aunque en ocasiones no es posible.

Por esta razón, no existe una única prueba que permita diagnosticar esta enfermedad. Como mínimo se debe realizar:

-Analítica sanguínea completa 

 

-Ecografía abdominal

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 -Medición de la tensión arterial

 veterinaria de gatos

 

 

-Analítica y cultivo de orina (obtenida de forma estéril por cistopunción)

 

La analítica sanguínea normalmente revelara un aumento de la creatinina y la urea, que son los productos de desecho que el riñón elimina y que se acumulan en sangre. También suele presentarse una elevación del fósforo y una disminución del potasio. El riñón también se encargar de concentrar la orina, por lo que en gatos con enfermedad renal, esta suele estar poco concentrada.

 

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En función de las pruebas y si se sospecha de una causa en particular, puede ser necesario realizar otras adicionales, como radiografía abdominal en el caso de cálculos, análisis de hormonas tiroideas e incluso citologías renales.

Si se determina que nuestro gato sufre enfermedad renal, debe clasificarse dentro de una escala (IRIS) de mas a menos grave. Esto permite valorar el pronóstico, la evolución y si necesita un tratamiento mas especifico en función del grado.

 

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende de los síntomas que presente, de la gravedad (grado en la escala IRIS) y de si se ha encontrado la causa que la ha provocado, por ejemplo, si presenta infección de orina se debe tratar con un antibiótico adecuado. Sin embargo en algunas ocasiones, el deterioro de los riñones es tan lento que es difícil averiguar que lo ha originado.

 

En ese caso se instaura un tratamiento sintomático, enfocado a eliminar o disminuir los signos, mejorar la calidad de vida del gatito y si es posible, retrasar la progresión de la enfermedad. Si el gatito esta estable, el tratamiento suele hacerse en casa.

 

Dependiendo de la sintomatología, muchos requerirán protectores digestivos, antieméticos, estimulantes del apetito y si tienen alguna condición especifica como hipertensión, pérdida de potasio o de proteína por orina, fósforo elevado u otras enfermedades asociadas, se administrarán medicaciones específicas para estos problemas.

 

Si el gato esta muy deshidratado, no come, vomita o está muy débil, lo más recomendable es la hospitalización en la clínica. En este caso se deben administran fluidos por vía intravenosa, protectores gástricos, analgésicos, estimulantes del apetito, transfusiones, etc para intentar estabilizarlo. La duración del tiempo de hospitalización es variable, y depende fundamentalmente de la evolución del paciente.

 

En todos los enfermos renales es muy importante que tomen suficiente agua, esto puede hacerse mediante el aumento de dieta húmeda, colocando mayor número de bebederos, fuentes de agua o añadiendo al agua cubitos de hielo hechos con caldos caseros de pollo o pescado (sin sal ni cebolla).

La dieta es una parte muy importante del tratamiento de la enfermedad renal, ya que la malnutrición contribuye a que progrese más rápido. Las dietas renales tienen menor contenido en proteínas y en fósforo, lo que las hace ideales para el control de la enfermedad. Sin embargo, no  todos los estadíos de esta enfermedad requieren esta dieta específica.

 

Por otra parte muchos gatos con enfermedad renal tienen pérdida de apetito y como hemos dicho anteriormente, lo prioritario es que coma, con lo cual si debe tomar dieta "renal" pero no le gusta, habrá que probar con distintas dietas para enfermos renales o añadir estimulantes del apetito, o por el contrario utilizar una dieta "normal" controlando entonces el fósforo a través de fármacos específicos.

 

¿Se puede prevenir?

Dado que la mayoría de las causas son degenerativas, la mejor forma de intentar prevenir o retrasar la presentación de la enfermedad renal son controles periódicos tanto analíticos como ecográficos, con el fin de detectarla en su fase más temprana. De esta forma si es necesario se podrá instaurar un tratamiento y tomar medidas para retrasar tanto la progresión como otras complicaciones que puedan hacer que evolucione más rápido.

Se debe evitar que tenga acceso a plantas (lirios), alimentos (ajo, uvas) o tóxicos (antiinflamatorios como el ibuprofeno o el naproxeno, líquidos anticongelantes) que pueden causar fallo renal agudo.

Si nuestro gato toma antiinflamatorios no esteroideos (Metacam/Meloxicam), antihipertensivos (Fortekor) o diuréticos (Seguril), se deben realizar controles periódicos cada 3 meses y es muy importante no administrárselos si sospechamos que esta comiendo o bebiendo menos, ya que también pueden causar fallo renal en pacientes inestables.

 

 

Si tienes dudas sobre el tratamiento de tu gato con enfermedad renal consúltanos, un error en el tratamiento puede disminuir la esperanza de vida de tu pequeño amigo.

 

 

 

 

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