Siempre se ha dicho que los gatos caen de pie. Pero esto no siempre es así.
Cuando un gato cae, es capaz de darse la vuelta en una distancia incluso tan corta como medio metro. Esto se debe a que tiene la capacidad de arquear la columna y mover de forma independiente el tercio anterior (extremidades anteriores) y el posterior (extremidades posteriores)… Esto se denomina “righting reflex” .
Sin embargo, esto no ocurre siempre. Si el gato cae primero con el tercio posterior , por ejemplo, si se resbala de la ventana, su cuerpo cae en posición vertical y no es capaz de modificar su postura antes de caer al suelo. Este tipo de caídas suelen provocar fracturas de cadera y extremidades posteriores.
También se ha observado que los gatos sufren más daños cuando caen desde pisos bajos (2º, 3er piso) que cuando caen desde más altura (4º piso). ¿Cómo es posible? Muy sencillo. Cuando caen desde alturas bajas, están en tensión porque están muy asustados y esto no les permite reaccionar a tiempo.
En cambio, cuando caen desde más altura, les da tiempo a relajarse (dentro de lo que cabe) y son capaces de planear, por lo que el “aterrizaje” es mucho más suave. PINCHA AQUÍ para ver una demostración.